De cara al futuro, el Comité de Tierras Urbanas tiene la tarea de resolver algunos problemas de competencia ahora que a los Consejos Comunales legalmente les toca asumir la mayoría de las tareas comunitarias. El CTU se creó como una gran mancomunidad de la zona rural de El Hatillo, exceptuando Turgua.
Antes de los Consejos Comunales... Eglée Rivas, perteneciente a la Junta administradora, puntualiza, que los CTU nacieron mucho antes de los Consejos Comunales. Precisa orgullosa: “Chávez nos dice que nosotros somos el papá de los Consejos Comunales”. Es por esto que el alcance geográfico del CTU de Sabaneta es mayor que el de cada uno de los Consejos Comunales que se han constituido en la zona; de hecho, abarca una zona, desde La Mata hasta Sabaneta Abajo, en la que se han fundado cuatro Consejos Comunales: “La Mata”, “Papelón”, “Sabaneta Cañaveral” y “Sabaneta Avanza Unida”.
Esto ha traído problemas, porque, según Eglée, algunos, consejos comunales han querido apoderarse de los proyectos (y de los recursos) que están en ejecución. Ante esto, sentencia que el CTU debe ejecutar el proyecto de vivienda que está en curso y que sólo cuando se emplee el dinero de éste, cada Consejo podrá introducir su propio proyecto y ejecutarlo. No es una decisión arbitraria, ya que quienes firmaron el convenio con el Ministerio de Vivienda y Hábitat fueron las integrantes del CTU. Asegura que esto las coloca como responsables legales ante el Ministerio. Tampoco se puede olvidar que son las mandatarias de la asamblea de ciudadanos y ciudadanas de Sabaneta.
Más que sustitución... El proyecto no sólo incluyó la sustitución, sino que se han atendido situaciones de emergencia habitacional fundamentalmente centradas en problemas de hacinamiento, debido al crecimiento desmedido de familias: hijos e hijas casados/as, etc. Así, en el proyecto incluyeron la construcción de viviendas nuevas para hijos que se han casado y que han constituido familias, y para gente que vive alquilada o arrimada.
Deben tumbar los ranchos... El CTU hace un llamado a las personas a quienes ya les hicieron las casas para que asuman su compromiso de tumbar su anterior vivienda. Porque la idea que desde el principio motivó el trabajo fue la de llegar a decretar a Sabaneta “zona libre de ranchos”. Esto es fundamental para continuar con la construcción de más casas dignas. Sin embargo, algunas personas, equivocadamente, han tratado de sacar mayor provecho de la situación: han cedido la vieja construcción a sus hijos con la esperanza de que se les sustituya por una casa. Pero esto nos lleva a un callejón sin salida: mientras se hagan más casas nuevas, habrá más ranchos. Así nunca terminaremos. Eglée comenta que hasta hubo una persona que trató de alquilar su vieja vivienda. Y recuerda a los beneficiarios el hecho de que han firmado un compromiso de demolición. La mayoría lo ha cumplido, pero aún falta gente que no lo ha hecho.
Antes de los Consejos Comunales... Eglée Rivas, perteneciente a la Junta administradora, puntualiza, que los CTU nacieron mucho antes de los Consejos Comunales. Precisa orgullosa: “Chávez nos dice que nosotros somos el papá de los Consejos Comunales”. Es por esto que el alcance geográfico del CTU de Sabaneta es mayor que el de cada uno de los Consejos Comunales que se han constituido en la zona; de hecho, abarca una zona, desde La Mata hasta Sabaneta Abajo, en la que se han fundado cuatro Consejos Comunales: “La Mata”, “Papelón”, “Sabaneta Cañaveral” y “Sabaneta Avanza Unida”.
Esto ha traído problemas, porque, según Eglée, algunos, consejos comunales han querido apoderarse de los proyectos (y de los recursos) que están en ejecución. Ante esto, sentencia que el CTU debe ejecutar el proyecto de vivienda que está en curso y que sólo cuando se emplee el dinero de éste, cada Consejo podrá introducir su propio proyecto y ejecutarlo. No es una decisión arbitraria, ya que quienes firmaron el convenio con el Ministerio de Vivienda y Hábitat fueron las integrantes del CTU. Asegura que esto las coloca como responsables legales ante el Ministerio. Tampoco se puede olvidar que son las mandatarias de la asamblea de ciudadanos y ciudadanas de Sabaneta.
Más que sustitución... El proyecto no sólo incluyó la sustitución, sino que se han atendido situaciones de emergencia habitacional fundamentalmente centradas en problemas de hacinamiento, debido al crecimiento desmedido de familias: hijos e hijas casados/as, etc. Así, en el proyecto incluyeron la construcción de viviendas nuevas para hijos que se han casado y que han constituido familias, y para gente que vive alquilada o arrimada.
Deben tumbar los ranchos... El CTU hace un llamado a las personas a quienes ya les hicieron las casas para que asuman su compromiso de tumbar su anterior vivienda. Porque la idea que desde el principio motivó el trabajo fue la de llegar a decretar a Sabaneta “zona libre de ranchos”. Esto es fundamental para continuar con la construcción de más casas dignas. Sin embargo, algunas personas, equivocadamente, han tratado de sacar mayor provecho de la situación: han cedido la vieja construcción a sus hijos con la esperanza de que se les sustituya por una casa. Pero esto nos lleva a un callejón sin salida: mientras se hagan más casas nuevas, habrá más ranchos. Así nunca terminaremos. Eglée comenta que hasta hubo una persona que trató de alquilar su vieja vivienda. Y recuerda a los beneficiarios el hecho de que han firmado un compromiso de demolición. La mayoría lo ha cumplido, pero aún falta gente que no lo ha hecho.
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